jueves, 16 de diciembre de 2010

Los 2 labriegos y el buey

La fuente

Esta historia la leí en un libro del cole, de Catalán. Por desgracia tiramos el libro, y digo por desgracia porque ahora, cuando lo recuerdo, sé que era muy interesante: En cada tema traía, entre otras cosas, una historia y una partitura de alguna canción, que aprovechábamos para practicar con la flauta. El libro era grande, de unos 2 palmos de alto por uno de ancho. Siento no poder ser más explícita, pero es lo que pasa cuando cometes el "crimen" de tirar un libro, que luego tienes que tirar de la memoria.

La historia

En un pueblo donde se trabajaba en el campo, vivían 2 hombres, Pedro y Pablo, cada uno de los cuales tenía tierras donde cultivaban cereales, y un buey para labrarlas.

Un año, cuando llegó el tiempo de la labranza, Pedro tuvo tan mala suerte que se le murió el buey antes de empezar a labrar. No sabía qué hacer, pues necesitaba trabajar sus tierras para mantener a su familia. Decidió pedir ayuda a su vecino Pablo: Le pidió que le dejase prestado el buey para poder labrar las tierras. Pablo se lo dejó con una condición: Pedro primero labraría las tierras de Pablo con el buey, y luego labraría sus propias tierras. Así, el pago por el "alquiler" del buey quedaba formalizado en especias (trabajo). A Pedro le pareció un trato justo..

Así que, ni corto ni perezoso, empezó a trabajar en las tierras de Pablo. Pasaron unos días, y cuando las tierras de Pablo estaban labradas y sembradas, el buey, exhausto, falleció. De modo que Pedro se volvió a quedar sin buey para trabajar sus tierras.

Pedro y Pablo empezaron a discutir: Pedro decía que la cosecha le pertenecía a él, pues él era el que había hecho todo el trabajo. Pablo decía que como las tierras eran suyas, la cosecha era suya. Como no se ponían de acuerdo, acudieron al juez. Este estudió el caso en detenimiento, escuchó a ambas partes, y se retiró a deliverar unos días.

Al cabo de una semana, el juez llamó a Pedro y a Pablo:

Ya he tomado una decisión, les dijo. Ambos escuchaban expectantes.

Pedro: Recoge la cosecha de las tierras de Pablo. Separa la parte que equivale al precio de un buey en el mercado, y se lo entregas a Pablo. Además, para compensarle, le comprarás un buey nuevo. Con el resto, da de comer a tu familia y véndelo como te plazca.

Pablo protestó, argumentando que la tierra y el buey eran suyos, y que por tanto las cosechas eran suyas. Pero el juez le explicó:

Pedro ha trabajado las tierras. Su trabajo vale algo. Si él no lo hubiera hecho, tú ahora no tendrías nada sembrado. Además, ha hecho el trabajo con un buey que le pertenece, ya que te lo va a pagar. El ha hecho todo el trabajo con un buey que es suyo, por tanto las cosechas son suyas.

Y así quedó solucionado el asunto.

Comentario

Desde luego, muestra algo bastante utópico pero deseable: Que las tierras son del que las trabaja. En realidad, ni siquiera es eso lo que dice, sino algo más importante: No dice de quién son las tierras, sino sólo de quién son los frutos. La tierra está ahí, pero si tú la trabajas, tú te quedas con los frutos de ese trabajo. Una verdad que otras culturas más antiguas y "atrasadas" supieron entender, pero que por desgracia, hoy nos parece totalmente utópico e imposible de lograr.

2 comentarios:

  1. Buenas, Misteriosa:

    Los cuentos me parecen geniales.

    De momento, como sólo estoy realizando las prácticas de pedagogía, y tengo que seguir un poco lo que me dictan, no puedo; pero cuando pueda estar en mi propio aula y ser yo, sin nadie que me dirija, quien dé las clases, de vez en cuando, al finalizar la clase me gustaría contar un cuento así de este tipo, pues me parecen muy buenos para fomentar la reflexión y una mejora de la educación.

    Asimismo, tal vez, en lugar de a la docencia, me dedique al área clínica. En el caso de que lo haga, también me gustaría utilizar los cuentos como terapia, pues ayudan mucho a poner a uno/a mismo/a en situación y a comprender mejor la realidad de las cosas.

    Bueno, en conclusión: me gusta el blog, la dinámica... y ahora mismo voy a agregarlo al mío para que pueda seguirse (hacerte algo de publicidad, se llama. Jejeje).

    Besos.

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  2. Gracias por tantos piropos al blog. Realmente no tiene excesivo mérito, es una especie de copy-paste a lo grande, aunque a mí me está ayudando a obligarme a recordar historias que tenía algo olvidadas y que son muy bonitas.

    Te deseo lo mejor en tu carrera, ya sea en la enseñanza o en el área clínica.

    Saludos

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