jueves, 6 de octubre de 2011

Los amigos no son sólo en los buenos momentos

La fuente

He encontrado esta historia en el blog Criando amando, y enseguida me ha encandilado, y me la he querido copiar aquí.

La historia

Un niño le pregunta a su madre:
 - Mamá, ¿puedo ir al hospital a ver a un amigo? ¡Él está enfermo!
- Claro, pero ¿qué tiene?

El hijo, con la cabeza gacha, dice:
- Un tumor en el cerebro.

 La madre, furiosa, dice:
¿Y quieres ir allá para qué: para verlo morir?
El niño se aleja y desaparece.
Horas más tarde, vuelve rojo de tanto llorar, diciendo:
- ¡Oh madre, fue tan horrible, el murio delante de mí!

La madre, molesta: - ¿Y ahora? ¿Estás feliz? ¿Era digno de ver esa escena?
Una última lagrima cae de los ojos del niño y acompañada de una sonrisa, dice:
-¡ Mucho! llegue a tiempo para verlo sonreir y decir: Yo sabia que vendrias..

Comentario

Aunque iba a decir que sobran las palabras, en realidad necesito decir que estoy plenamente de acuerdo con esta enseñanza. Para el que se queda es duro y difícil, y sería más fácil mirar hacia otro lado. Pero para el que se va, ¿qué recuerdo queremos dejarle? ¿Que se sienta rodeado por sus seres queridos, o sólo mirando el techo y las paredes blancas de un frío hospital, mientras una maquinita hace "pi, pi, pi"? Creo que ante situaciones así, debemos ser fuertes y estar junto a nuestros amigos. Si tenemos que llorar, tiempo tendremos de hacerlo, nadie nos lo impedirá. Pero siempre recordaremos que estuvimos donde teníamos que estar.

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