sábado, 16 de octubre de 2010

Los 2 caballeros y el rey

La fuente

Esta historia me la contó mi madre hace muchos, pero que muchos, años. Desconozco de dónde la sacó, o incluso si se la inventó ella.

La historia

En un reino vivían 2 caballeros, que se tenían mucha envidia entre sí, y a veces trataban de fastidiar al otro. El rey era conocedor de esta situación, y estaba cansado, pues pensaba que, con lo buenos caballeros que eran, sería fantástico que pudieran trabajar en equipo. Así que un día tuvo una idea.


Decidió organizar un torneo, de forma que, si uno de ellos lo ganaba, tendrían que tenderse la mano como caballeros. Fueron pasando las pruebas y cada vez quedaban menos caballeros, pero esos 2 seguían. Al final sólo quedaban ellos. El rey siguió poniéndoles pruebas y duelos, y siempre quedaban empatados. Era imposible decidirse por un ganador.

Así que al final, el rey decidió que no valía la pena seguir con el campeonato. Además, su plan se estaba cumpliendo a la perfección...





Mandó llamar a los 2 caballeros y les dijo esto: "Caballeros, sé que entre ustedes hay sentimientos poco nobles. Por eso, para forzar su nobleza, una vez que han demostrado ser los mejores y merecer ambos un gran premio, he decidido darles todo lo que quieran. Sólo pondré una condición: Cualquiera de ustedes 2 puede pedir todo lo que desee, y le será concedido. Y a su compañero le concederé el doble de regalos."

Así que empezaron a pensar y pensar, y ninguno de los 2 se decidía. Pues todo el tiempo pensaban: "Si yo pido un castillo, ese tendrá 2. Si pidio tierras, el otro tendrá el doble." Así que ninguno de los 2 se decidía a ser el primero en pedir, pues por mucha fortuna que fueran capaces de imaginar, les fastidiaba pensar que su contrincante tendría mucho más.

Finalmente, uno de ellos se adelantó y le dijo al rey: "Señor, ya me he decidido. Sé lo que deseo."

"Muy bien, pues dígame usted", le contestó el rey.

Ante la sorpresa de todos los presentes, dijo tranquilamente: "Deseo que saquen un ojo".

El rey, sorprendido, le preguntó: "¿Cómo? ¿Está usted seguro? Mire que podría ser riquísimo, tener tierras, castillos, caballos..."

"Claro", contestó el caballero, " pero entonces mi contrincante recibiría el doble, y me fastidia eso. Sáquenme a mí un ojo, y a él deberán sacarle los 2."

De modo que se llevó a cabo el deseo de este caballero, quedando uno de ellos tuerto y el otro ciego, en lugar de ricos y disfrutando de sus nuevas tierras.

Comentario

La verdad es que esta historia se me quedó grabada, y eso que sólo la escuché una vez. Pero creo que es una buena muestra de cómo la envidia es muy mala consejera. Yo espero contársela algún día a mis hijas para que se den cuenta de que vale más ser feliz con lo que tienes, independientemente de lo que tenga el vecino, que estar siempre tratando de acumular más cosas materiales que los demás.

martes, 12 de octubre de 2010

La paradoja de los monos

La fuente

Esta historia la leí en internet hace tiempo, en realidad ya está copiada en muchos sitios.

La historia

Un grupo de científicos encerró a cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de plátanos. Cuando uno de los monos subía la escalera para agarrar los plátanos los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que se quedaban en el suelo.
Pasado algún tiempo, los monos aprendieron la relación entre la escalera y el agua, de modo que cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo molían a palos. Después de haberse repetido varias veces la experiencia, ningún mono osaba subir la escalera, a pesar de la tentación de los plátanos.

Entonces, los científicos sustituyeron a uno de los monos por otro nuevo. Lo primero que hizo el mono novato nada más ver los plátanos fue subir la escalera. Los otros, rápidamente, lo bajaron y le pegaron antes de que saliera el agua fría sobre ellos. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo nunca más subió por la escalera.

Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo con el que entró en su lugar. El primer sustituido participó con especial entusiasmo en la paliza al nuevo. Un tercero fue cambiado, y se repitió el suceso. El cuarto, y finalmente el quinto de los monos originales fueron sustituidos también por otros nuevos.

Los científicos se quedaron con un grupo de cinco monos que, a pesar de no haber recibido nunca una ducha de agua fría, continuaban golpeando a aquél que intentaba llegar hasta los plátanos.Si fuera posible preguntar a alguno de ellos por qué pegaban con tanto ímpetu al que subía a por los plátanos, con certeza ésta sería la respuesta: "No lo sé. Aquí, las cosas siempre se han hecho así".

Comentario

Desde luego que da para sacar unas cuantas moralejas, por ejemplo, que la humanidad acepta una serie de normas sin plantearse siquiera el cometido de las mismas. Y también que cuando alguien intenta ir más allá y llegar más lejos, hay una horda dispuesta a impedírselo, aunque nadie sabe por qué.

El asno y el perro

La fuente

Esta historieta está sacada de unos libros que tenía yo de niña; si no recuerdo mal, eran 3 libros, y el título genérico era: "Los puntitos rojos y otros 30 cuentos". Y si la memoria no me engaña, los compramos mediante Círculo de Lectores. Por desgracia, en una mudanza, cometimos un gran crimen que nunca debimos haber cometido - tirar libros a la basura; ahora me arrepiento un montón, pero no hay marcha atrás.

La historia

Todos los domingos, un agricultor se acercaba al mercado a vender sus productos. Para ello, se llevaba un asno cargado con todo y les acompañaba el perro. A veces, los animales se adelantaban al amo y ellos sólos llegaban a casa; otras veces, era al revés, el labriego se adelantaba y dejaba que los animales, que ya conocían el camino, llegaran solos a casa, y así él iba adelantando tarea.

Uno de esos días en que el amo se adelantó, iban caminando sólos el asno y el perro. Como se pasaban toda la mañana en el mercado y habían desayunado temprano, al perro le empezó a entrar hambre. Se fijó que en el cargamento del asno había unos chorizos, y se le hizo la boca agua. Como aún quedaba camino para llegar a casa, decidió pedirle un poco al asno, al fin y al cabo, eran amigos ¿no?

Perro: ¿Asno, me dejarías coger un poco de ese chorizo? Tengo mucha hambre, y el amo ni se dará cuenta. Ayúdame, por favor.

A lo que el asno, que conocía perfectamente sus órdenes, se puso tonto y le contestó: "Espera a que lleguemos a casa y te alimentará el amo".

El perro insistió: Va, chico, ayúdame,cogeré muy poquito, así aguantaré hasta llegar a casa. Por favor, por favor.

Pero el asno se puso tozudo y volvió a contestar: "Espera a que lleguemos a casa y te alimentará el amo".

Así que el perro no insistió más. Siguieron caminando, aunque el perro iba de morros.



En esto que se les apareció un lobo que parecía tener bastante hambre, pues venía algo fiero. El asno se acojonó, pues además de que el lobo es uno de sus depredadores naturales, al ir cargado, se sentía aún más torpe. Pero pensó que para algo están los amigos y decidió pedirle ayuda al perro, que al fin y al cabo, podía vérselas con un lobo, y además era su amigo ¿no?

Asno: Perro, por favor, ayúdame, espanta a ese lobo, que me tiene asustado, se va a llevar toda la comida y el amo me echará una bronca de cuidado.

Perro (enfadado y hambriento): Espera a que lleguemos a casa y te ayudará el amo.


Comentario

Para mí está bastante claro: Si quieres que tus amigos te ayuden cuando estés en dificultades, ayúdales tú a ellos cuando ellos estén en dificultades. En definitiva, si quieres RECIBIR, primero DA.

Presentación

En este blog iré colgando historietas sacadas de diversos lugares: las leí en un libro, alguien me las contó, las escuché en la radio, etc. Procuraré decir siempre de dónde salen, aunque algunas veces son cosas que recuerdo desde hace años así que me será imposible decir la fuente exacta. Inicialmente copiaré algunos posts que ya escribí en mi otro blog, sin quitarlos de allí, y lugo pues actualizaré cuando tenga algo que contar; así que lo mismo un día cuelgo 3 historias que luego estoy 3 semanas sin colgar nada.

Después de la experiencia de escribir un blog (con el que pienso seguir, of course), llevo días pensando en dar una vuelta de tuerca más a mi intención de escribir algún día un libro. Y ya que de momento la imaginación no me acompaña lo suficiente, pues daré este nuevo pasito que espero que también me ayude a entrenarme para lo del libro.

Y ¡qué porras! Ahora está de moda tener 2 blogs, el "principal" más otro, y yo puede que vaya contra corriente, pero mira, en esto no me voy a quedar atrás. Así que ahí van las historias, con o sin moraleja.